La infraestructura social está constituída por espacios dedicados a la creación, fortalecimiento y sostenibilidad de espacios de intercambio y enriquecimiento de las comunidades, como puntos de encuentro de los diferentes creadores y gestores culturales y lugares para la convivencia e inclusión social. Todo ello, partiendo del principio de la descentralización efectiva y de la generación e instalación de capacidades locales promoviendo la sostenibilidad de prácticas artísticas y culturales de las diferentes comunidades.
Surge con la finalidad de disminuir la desigualdad existente en materia de desarrollo cultural, y de aprovechar o crear espacios dedicados al arte, la cultura e incluso, fomentar la economía local.
Se destinan recursos económicos para financiar proyectos culturales que tengan como propósito rehabilitar, construir, equipar y dotar de programación cultural, espacios destinados al quehacer artístico y cultural como: casas de cultura, centros culturales, centros de formación y producción artística, bibliotecas, museos, archivos históricos, teatros, entre otros.
Dentro de los propósitos del desarrollo y fomento de la infraestructura social, se maneja abrir espacios de oportunidad para desarrollar habilidades y destrezas de los niños, jóvenes y adultos, a través de talleres teatro, actividades de esparcimiento, culturales y recreativas, así como la práctica organizada de disciplinas deportivas más populares de las comunidades urbanas y rurales.